Hilos Amasados
El Ballet de
piernas era irresistible. Piernas torneadas y sensuales diseñadas en placer,
mezcladose sobre puntos reales o imaginarios de llegada. Sólo en aquella ruta
de hilos, cinco sociedades de chicas, anonimas, disputaban paralelas el
balancear de rodillas y muslos comportados. Vendian servicios y ventajas
apretados por el negro de la noche, o en café rápido, en el puro azul de
“Pontos-G” americanos, aproximandose en grados, no por el sentido de los ojos,
y si por la rigidez del calor que brota en la lycra del propio capitalismo!
Cruzada en aquel
banco, en la direccion contraria al corredor, continuaba seduciendo al telefono
o seria interfono? El tono seco de ordenes solamente era quebrado por
instigante sonrrisa. Observador protegido, por las primeras planas de O Globo,
pense: “entre tantas comidas especiales, estaria enamorando alguien? “Como era
eficiente! La conversacion profesional,
de quien trabaja rehen de la expectativa de los hilos...Alguién como
nosotros entrelazados a los millares, siempre intentando inventar los hilos de
la eficiencia. Somos amparados por el funcionario Directo: que las cosas
funcionen!Sigan el camino de
la normalidad.. Y cuando cansados, son hilos amasados? Y cuando exprimidos los
hilos de tanto uso, calientan y se rompen? Sobrando apenas los gritos de una
luz roja en el cercado luminoso. Después otra y otra, chips y radares
apagandose en riesgos que se encierran en el centro! Con olor inconfundible del peligro: hasta
mismo el más experimentado comandante se rinde a las fotas del frío y a la
expectativa del miedo...
Sobre algun punto
del Atlantico, el DC10 seguia tranquilo, como centenas de aeronaves nocturnas,
iluminadas por la cortesia que une diferentes personas y nacionalidades: chicas
y muchachos bilingües, hombres y mujeres, deslizando carritos con servicios de
abordo. El sólo del Brasil que nos restaba ahora, eran dos corredores
estrechos, separados por cortinas y toilettes. Encuanto una joven aeromoza
servia apurada un vaso de jugo de tomate cayo direcho encima de una confortable
camisa blanca, de algodón , que junto con un pantalon azul royal, de casimir
lavado, fueron condimentadas con naranja-rojo y picante! Apavorada como el
desliz, sobre miradas de reporbación de la telefonista, no se canso de pedir
disculpas e inmediatamente, vino ejecutiva con servilletas de papel absorvente.
Luego acepte, medio que hipnotizado, hablando: “Lo que importa un baño, cuando
se tienen ojhos verdes?” Piropeada, continuo secando con aquellas manitas
suaves y labios apretados”
Dice que estaba
todo bien e se aparto oyendo reprensiones del Jefe de Azafatas, encuanto
llevaba um peñisco en el otro brazo J
Si, alguien que aun no conocia, en una cazaca verde felpuda, sobre una bermuda
de algodón de color arena, entre otros detalles fofos; pensara haber sido una
buena idea convencerla de traer alguien con nostros, al sugerir: “Porque no viajamos
con una amiga suya? Un cuarto triple es más animado...” Aún iria aprender las
tácticas de Lalu! Hizo secreto eficiente
de la respuesta durante una semana (diciendo que iria a gustar), y expectativas
conservadoras, asistiendo “MI Bella Genio”, hasta descubrir porque en la
lámpara no existia la patente de una tercera teniente, de faldas: maravilloso
sueño! Además, pocas expectativas en aquella aventura: New York ya conocía.
Queria un avión diferente, sin hileras de asientos, completamente ocupadas, por
cabezas pegadas en dogmas de estatuas socialistas, reaccionarios aliados a las
armas del capital e a la Crus de Malta!
Bueno, después continuo el viaje en otra crónica, pues,
inesperadamente, fue uno de los mejores! Valieron los tres notebooks que
trajimos y, novedades, fueron revendidos en reales por el triple del precio...
Pagaron los tenis, los perfumes, cds portátiles, innumeros presentes y costos
de aventura, que ni me importe con la total abstinencia de piernas, ni con los
únicos US$ 100 dólares que lleve en aquella semana! Lalu compro con la tarjeta de crédito. J
Rio de Janeiro, 28/11/03.
Abrazos de Dr. Guto